ISMAEL RODRÍGUEZ, ENTRE LO MÍSTICO Y LO TELÚRICO

Pese a que este lunes caía en festivo, 'Día del Padre', el Zalacaín volvió a llenarse de buena gente para escuchar por primera vez en Murcia capital al poeta Ismael Rodríguez, muy vinculado por cierto a esta tierra porque, hace unos años, estuvo viviendo y trabajando en Cartagena.

El recital, muy intenso, se nos hizo muy breve a todos y no precisamente por el tiempo que estuvo leyendo Ismael (40 minutos), sino porque sus versos, una mezcla entre lo místico y lo telúrico, lo divino y lo humano, nos suspendieron durante ese tiempo en una nube poética.

El poeta hizo un repaso por su obra poética diviendo el recital en tres paradas o momentos. En primer lugar, con la lectura de su poemario 'Hombre y Mar', con el que ganó el Premio Internacional 'José Hierro', un libro tremendamente contemplativo, en donde la naturaleza cobra vida y empapa cada uno de los sentimientos del 'yo poético' .

La segunda parada estuvo compuesta por los poemas formaron parte después de ese primer poemario y que no estaban contenidos bajo la forma con la que ganó el citado certamen. 'El desvan de los juguetes rotos' amplía ese primer poemario con versos que aluden a las edades del hombre, en especial a la juventud, "una época de sensaciones en donde la moral y el concepto del bien y el mal era sólo una carga de que siempre tratábamos de librarnos", explicó Rodríguez.

Ese poemario termina, en ese repaso de las edades del hombre (infancia, adolescencia, madurez) con un poema final que viene a ser un acto de rendición, como si al tomar conciencia de la vida, de su transcurso y de las batallas que hemos tenido por comprenderla, uno sólo pudiera finalmente dejarse mecer por ella, para que seamos nosotros los moldeados y no los alfareros que la moldean.

La tercera parte del recital, con una serie de poemas más extensos y quizá mas narrativos, el poeta hizo un homenaje a ese sentimiento que al final acaba moviendo, de una u de otra manera, nuestro mundo, el amor. Con esos poemas finales, entre los que quiero destacar 'El brindis', 'El ritmo de los cuchillos' o 'Último sueño', Ismael fue construyendo, o mejor dicho, reconstruyendo, un día entero junto a la persona amada, con una evolución y una óptica diferentes con el paso de las horas y la luz, que cambia a los amantes. Ese recorrido finalizó con el 'Sueño', como ausencia de luz y, por tanto, final de la jornada.

Creo que el público se quedó encantado con el recital de Ismael, no sólo por la calidad de sus textos (cargados de imágenes puras), sino también por sus dotes como comunicador y 'recitador'. Muchas gracias poeta. Y a todos vosotros, recordaros que este próximo lunes día 26, además de entregar el Premio Internacional de Microrrelato 'Café Zalacaín', a partir de las 21.30 horas y como previa a esa entrega, la poeta cartagenera Noelia Illán ofrecerá un recital de su poemario 'Calamidad y desperfectos', publicado en 2012.