No sé si es la primera vez que en Murcia se realiza un concurso de escritura rápida en un bar, con un límite de palabras, un tema y buen jazz sonando de fondo, creo que sí, pero en cualquier caso, el poder de convocatoria del organizador de los 'Lunes Literarios' se vio desbordado por esas 32 personas (habían muchas más que decidieron no escribir) que se animaron, boli Milán en ristre, a dar rienda suelta a su creatividad literaria.
Una vez agotado el tiempo, media hora, el jurado tuvo la difícil tarea de seleccionar tres textos de los 32 presentados, algo que es injusto e imposible, no por la calidad de los ganadores, sino porque para el jurado fue muy difícil poder señalar con el dedo sólo tres microrrelatos. Para ser más explícitos citaré las palabras del presidente del jurado (que estuvo compuesto por él y tres personas más), Patricio Peñalver: "Alberto, menudo destrozo hemos hecho". Y tenía razón, pero tenían que ganar tres y, como él mismo dijo en la entrega de premios "esto es un divertimento".
El primer premio fue para la poetisa Vega Cerezo, autora del poemario 'La sirena dormida', con un microrrelato titulado 'La incomunicación' y que establecía un diálogo, no sabemos si entre dos o más personas, en el que solamente percibíamos un "bla, bla, bla" que bien pudiera traducirse o interpretarse por asuntos más graves, eso no podemos saberlo, porque el microrrelato, además de original, se ceñía especialmente al tema que nos atañía: la incomunicación.
El segundo premio, 'Fuera de Cobertura', escrito por el también poeta y escritor Carlos Gargallo, nos acercaba a la incomunicación humana desde otro ángulo más definido: el de una relación de pareja. Los automatismos de la profesión de la mujer de protagonista, operadora de una conocida empresa de telecomunicaciones, daban al microrrelato un giro en su final ("Si quiere hacer el amor, marque el dos") que lo hacía igualmente brillante.
Por último, el tercer premio recayó en Amor Costa, profesora de instituto y fiel seguidora de los 'Lunes Literarios', quien aprovechó uno de sus traumas personales, el momento de ponerse en mano de las peluqueras, para escribir un microrrelato muy irónico y cargado de significado, 'Por amor a la gomina'. El texto terminaba con un "en quince días nos vemos", que bien podría interpretarse como un "es lo que hay y no se puede hacer otra cosa".
En cualquier caso, la calidad de los textos fue muy buena y quizá por eso fue tan difícil ser justo, algo que es imposible en cualquier concurso, mucho más si tiene que ver con la literatura. Muchas gracias a todos los que participásteis ayer, fue un lujo ver el café lleno de gente que escribía. Y antes de despedirme recordaos que el próximo lunes, a las 21.30 horas, tendrá lugar el recital de Natxo Vidal, ya sabéis...el poeta de la brocha gorda. Un saludo y nos vemos en los bares.
No pude asistir por problemas de ultima hora aunque habia visto la convocatoria en Facebook y bien que lo siento. Con vuestro permiso, incluyo el blog entre mis favoritos. Un abrazo y hasta la proxima.
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