Jaime Alejandre debió pensar de manera diferente que Sabina al volver este lunes al Café Zalacaín de Murcia, quizá con la esperanza de volver hacernos feliz por segunda vez y de paso cargarse ese bonito verso del cantautor "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver". Y lo consiguió. Y espero que esa alegría por su vuelta fuera compartida también por el poeta.
También celebro su regreso por el público que le arropó (esta vez sin lluvia) y disfrutó de un recorrido poético y narrativo por su vida literaria: desde poemas escritos a los 15 años hasta los últimos de un amor ya maduro y feliz. Todo ello, pasando por reinterpretaciones de historias conocidas e incluso una oda al gin tonic maravillosa.
Me gustaría destacar, al margen de lo ya citado, su Díptico sobre el egoísmo, El Entusiasmo del fracasado, su Autorretrato Póstumo y, como no, sus cuentos breves, que están a caballo entre la poesía y la narrativa, o mejor dicho, que son unos cuentos muy poéticos,
Un placer que muchos de los asistentes, yo creo que casi todos, pudieron llevarse a casa en forma de libro o libros. Además, firmados por el autor.
Un placer volver a recibirte en el Zalacaín, sospecho que no será la última. Para terminar quiero recordar al poeta que tendremos el próximo lunes, a partir de las 21.30 horas, Jesús Zomeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario