Violeta Nicolás llegó ayer a Zalacaín muy bien preparada: tarta de queso, pirotecnia, confeti y pompas de jabón para acompañar a sus versos. Nadie se esperaba la 'performance' poética de una escritora que, además de trabajar con el relato o la poesía, está muy acostumbrada a hacerlo también con el videoarte o la ilustración.
Pero este lunes tocaba la Violeta poeta, esa que está constantemente reelaborando el mundo a través de mitos clásicos o modernos, mitos existentes o que se inventa para expresar, sobre todo con las imágenes, un universo de sentimientos salidos y escritos desde el interior.
Especialmente interesantes son las reelaboraciones del mito de la sangre, del viaje, de la adolescencia de los 14 años, a los que hay que añadir aquellos que son cosecha propia de la artista, como el mito de dar vueltas por la ciudad o el de la fiesta. Junto a ello, Violeta también derrumbó, como si de un muro se tratase, algunos mitos y antimitos que rodean a la poesía y a los poetas.
Toda esa reelaboración mitológica (soy de los que piensan que el ser humano no hace más que reelaborar constantemente lo elaborado en el pasado) fue acompañada en el recital por una banda sonora constante con poemas inspirados en The Beatles, a veces a modo de homenajes, otras como reinterpretación, es el caso de Let it be.
Y durante esos momentos poéticos, pompas de jabón, fuegos artificiales y confeti. En resumen: una perfoactuación poética tanto por las formas como por el fondo. Muchas gracias a todos los que asististeis. Recordaros que el lunes que viene, a las 21.30 horas, tendremos la oportunidad de escuchar a Francisca Gata Amate, que viene desde Albacete.
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