martes, 14 de febrero de 2012

KATY E INMA, ENEMIGAS ÍNTIMAS




Este lunes y durante una hora el café Zalacaín se convirtió en la maravillosa trastienda Katy Parra. Una trastienda con gatos y golosinas, con consoladores y poemas, con filias y fobias, con amor y desencuentros, pero sobre todo con mucha química. Culpa de ello la tuvo Inma Pelegrín, gran amiga de Katy y gran poeta, que le hizo la réplica en un recital espontáneo y emotivo.



Más que un duelo poético, como trataron de hacernos creer, fue un maravilloso maridaje entre vida y poesía, entre recuerdos compartidos y versos cruzados, no en vano, ambas escritoras suelen escribir juntas, quitarse versos la una a la otra y retitular los poemas ajenos casi sin preguntar. La magia de la poesía, esa complicidad entre los versos del poeta y el guiño del que los escucha, aparece sólo algunas veces...ayer fue una de ellas.

El recital se abrió con gatos y reproches complices, con armarios llenos de ropa y de sueños, a veces abiertos, otras cerrados. Tampoco faltaron los domingos sin misa y sin prisa, las galletas en el desayuno, los viajes secretos y las botellas de vino sin posibilidad de descorchar. Katy e Inma fueron entrando en calor y quitándose las ropas del alma lentamente, a veces mostrando una fobia, a veces anhelando un recuerdo.



Ataviadas con dos cuernos en forma de corazón iluminado, las poetas hicieron su personal homenaje al día de los enamorados, un día que pasa sin pena ni gloria por el calendario de los verdaderos amantes, pero aumenta los réditos de los grandes almacenes. Un Cupido travieso, con cuernecitos y rabo diábolico presidió su recital y nos recordó que el amor es para todos los días y no para los 14 de febrero.



Entre el público, siempre selecto, estuvieron presentes dos de los poetas que, en breve, recitarán en el ciclo de los 'Lunes Literarios': el murciano Antonio Moya (que lo hará el próximo lunes, a las 21.30 horas) y el alicantino Manolo Condevolney (el 5 de marzo). Daros las gracias una vez más a vosotros por vuestro aliento al ciclo, sin vosotros no tendría sentido seguir. Agur

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