LA NIEVE DE MARÍN ALBALATE

Tras el parón navideño, el ciclo de los 'Lunes Literarios' volvió a el Café Zalacaín con Antonio Marín Albalate. El poeta cartagenero hizo un gran esfuerzo poético para ofrecernos una parte fundamental de su extensa obra durante algo más de una hora, sesenta minutos que pasaron dulcemente, que diría el poeta, casi sin darnos cuenta, entre la pureza de la nieve, el erotismo de los cuerpos y el valor de los que se quitaron la vida en busca de consuelo.

De sus decenas de poemarios, me gustaría destacar el dedicado a su padre, Ángel de tierra, unos poemas que leyó en el climax de la noche y que nos pusieron en la garganta un nudo a modo de corbata que hizo que más de uno se emocionara. Después, el poeta, Sentado en el muelle de la bahía, nos dejó frente a la soledad del hombre en el mundo, un mundo inhabitable sin los asideros del amor, la amistad o la comprensión.

Temía un servidor que, tras el interruptus y la vorágine de las fiestas, el público, que desde el principio ha apoyado este ciclo, se viera mermado, pero una vez más me equivoqué porque el café se lleno de buenos poetas y amantes de la literatura. Muchas gracias de nuevo. Pero la música de las esferas continúa y el próximo lunes, a las 21.30 horas, tendremos un concurso de escritura rápida en Zalacaín. Nosotros os damos un tema, boli y papel y vosotros nos contáis una historia en 50 palabras. De regalo, para los mejores, libros y botellas de ron. Un saludo.